«El porvenir de Carlos Gardel se juega en sentido fuerte en estas irrupciones menores y muy cotidianas» Adrián Aguirre, muralista

Blog, Tango

Adrián Aguirre es artista plástico y muralista. Junto con la Fundación Carlos Gardel pintó un mural en el Barrio Carlos Gardel de El Palomar.

FCG.- Cómo comenzaste en la pintura y el arte? Contanos acerca de tus primeros pasos.

AA.- Mi acercamiento hacia el arte comenzó desde muy chico en mi casa. Mi madre en su juventud había estudiado publicidad y le encantaba dibujar.

Cuento esto porque recuerdo que de chico siempre la observaba y la imitaba dibujando. En esos comienzos ella me enseñó mucho y me orientó en algunas pequeñas técnicas de dibujo.

Otro acercamiento al arte, se debe a que en el barrio en el que me crie, y que aún vivo, Lugano 1 y 2 (zona Sur de Capital Federal) se encuentra la escuela de Bellas Artes Lola Mora.

Tuve la posibilidad, gracias al acompañamiento de mi familia, de estudiar allí el secundario y el nivel terciario en dicha institución.

De esa infancia y de esos primeros tiempos, recuerdo que un sueño recurrente que tenía era poder estudiar arte allí para “aprender a dibujar”.

Puedo decir en términos muy generales que mis primeros acercamientos y recorridos por el arte son producto de ambos hechos: tanto lo que mi madre me enseñó más lo aprendido en la escuela de Bellas Artes.

Murales de la Fundación Carlos Gardel junto con el artista Adrián Aguirre en el Barrio Carlos Gardel de El Palomar.

FCG.- ¿Qué elementos utilizas para realizar tus trabajos?

AA.- La pintura es el material que utilizo desde hace tiempo para realizar mi trabajo. Esta técnica es la que me permitió pasar de la pintura en bastidor a una pintura mural.

Cabe aclarar que ambas pinturas no son idénticas en sus propiedades ni en sus nombres. Para los murales se usa pintura látex de exterior/interior (depende si el muro está a la intemperie o en interior) y para las pinturas de bastidor suelo realizarlas con pintura acrílica.

Actualmente continúo trabajando en ambos ámbitos y con ambos materiales.

FCG.- ¿Cómo se lleva a cabo el proceso de convertir una idea en una obra de arte?

AA.- Como diría Jacques Derrida, siguiendo a Eugene Delacroix, la “idea” no es anterior ni posterior a la obra. Esto es, ”la idea” no se encuentra en algún topus uranio.

La idea o el sentido acontece y sucede en la obra misma. Y es justo por ello, que su sentido e idea nunca es algo acabado, sino que siempre difiere.

“Un mural comunitario siempre es algo que rebasa cualquier intento de significación (…) Tiene siempre la tarea y responsabilidad de intentar exponer eso que rebasa toda palabra. Hablar de aquello que no se puede hablar: hablar de lo imposible.»
Murales de la Fundación Carlos Gardel junto con el artista Adrián Aguirre en el Barrio Carlos Gardel de El Palomar.

FCG.- ¿Cuáles son tus referentes a nivel artístico?

AA.- La tradición de la pintura en general. Sea ya la pintura latinoamericana como también la europea.

FCG.- ¿Qué significa la figura de Gardel para vos?

AA.- Personalmente mi acercamiento hacia Gardel fue producto de las pintadas comunitarias que hice junto con la Fundación en el barrio Carlos Gardel.

Si bien Gardel es claramente una figura híper conocida, eso no lo pongo en duda, siempre me resultó muy alejado de mi vida cotidiana.

En este sentido, lo que estas pintadas comunitarias me dieron a pensar fue lo siguiente ¿que resta de este cantor popular aún entre nosotros? ¿Y si Gardel pervive en las gardeleadas de los pibes cuando ranchan en las esquinas del barrio? ¿o quizá en lo tanguero que aparece en la traza de un fileteo porteño que remarca el nombre del barrio en alguna de las paredes de los edificios? ¿o pervive algo quizás en alguien silbado alguno de sus tangos?

Últimamente pienso que el porvenir que podría tener Carlos Gardel se juega en sentido fuerte en estas irrupciones menores y muy cotidianas.

FCG.- ¿En qué proyectos estás trabajando actualmente y qué se viene para el resto del año en materia artística?

AA.- Actualmente me encuentro participando en un proyecto de clínica de arte llamado PAC en la Galería Gachi Prieto. Lo que tienen de buenas esas experiencias compartidas es que te permiten poder pensar más detenidamente sobre la práctica que uno viene haciendo, que en la vorágine del producir o del pintar, muchas veces uno no se detiene a reflexionar sobre la búsqueda personal.

Tengo la idea de que es muy potente poder atravesar este camino o experiencia artística siempre con otros, en este caso juntos con personas que los moviliza algo similar por las artes. Esto me parece algo a tener siempre presente: la búsqueda de lo propio o de lo personal no puede pensarse sin este cruzamiento o encuentro con otros.

Murales de la Fundación Carlos Gardel junto con el artista Adrián Aguirre en el Barrio Carlos Gardel de El Palomar.

FCG.- ¿Cuál es tu sueño?

AA.- Sueño realmente cada día que pasa con un mundo menos injusto, menos individualista y menos violento.

Creo que las artes, en mi caso el muralismo comunitario, si es que tienen un porvenir se encuentra justamente en la potencia de exponer que ese mundo injusto, violento e individualista, no es el único mundo posible.

Las artes, hacen patente una y otra vez, que el mundo y que nuestro estar con otros, puede ya ser de otra manera.

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«El porvenir de Carlos Gardel se juega en sentido fuerte en estas irrupciones menores y muy cotidianas» Adrián Aguirre, muralista

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Adrián Aguirre es artista plástico y muralista. Junto con la Fundación Carlos Gardel pintó un mural en el Barrio Carlos Gardel de El Palomar.

FCG.- Cómo comenzaste en la pintura y el arte? Contanos acerca de tus primeros pasos.

AA.- Mi acercamiento hacia el arte comenzó desde muy chico en mi casa. Mi madre en su juventud había estudiado publicidad y le encantaba dibujar.

Cuento esto porque recuerdo que de chico siempre la observaba y la imitaba dibujando. En esos comienzos ella me enseñó mucho y me orientó en algunas pequeñas técnicas de dibujo.

Otro acercamiento al arte, se debe a que en el barrio en el que me crie, y que aún vivo, Lugano 1 y 2 (zona Sur de Capital Federal) se encuentra la escuela de Bellas Artes Lola Mora.

Tuve la posibilidad, gracias al acompañamiento de mi familia, de estudiar allí el secundario y el nivel terciario en dicha institución.

De esa infancia y de esos primeros tiempos, recuerdo que un sueño recurrente que tenía era poder estudiar arte allí para “aprender a dibujar”.

Puedo decir en términos muy generales que mis primeros acercamientos y recorridos por el arte son producto de ambos hechos: tanto lo que mi madre me enseñó más lo aprendido en la escuela de Bellas Artes.

Murales de la Fundación Carlos Gardel junto con el artista Adrián Aguirre en el Barrio Carlos Gardel de El Palomar.

FCG.- ¿Qué elementos utilizas para realizar tus trabajos?

AA.- La pintura es el material que utilizo desde hace tiempo para realizar mi trabajo. Esta técnica es la que me permitió pasar de la pintura en bastidor a una pintura mural.

Cabe aclarar que ambas pinturas no son idénticas en sus propiedades ni en sus nombres. Para los murales se usa pintura látex de exterior/interior (depende si el muro está a la intemperie o en interior) y para las pinturas de bastidor suelo realizarlas con pintura acrílica.

Actualmente continúo trabajando en ambos ámbitos y con ambos materiales.

FCG.- ¿Cómo se lleva a cabo el proceso de convertir una idea en una obra de arte?

AA.- Como diría Jacques Derrida, siguiendo a Eugene Delacroix, la “idea” no es anterior ni posterior a la obra. Esto es, ”la idea” no se encuentra en algún topus uranio.

La idea o el sentido acontece y sucede en la obra misma. Y es justo por ello, que su sentido e idea nunca es algo acabado, sino que siempre difiere.

“Un mural comunitario siempre es algo que rebasa cualquier intento de significación (…) Tiene siempre la tarea y responsabilidad de intentar exponer eso que rebasa toda palabra. Hablar de aquello que no se puede hablar: hablar de lo imposible.»
Murales de la Fundación Carlos Gardel junto con el artista Adrián Aguirre en el Barrio Carlos Gardel de El Palomar.

FCG.- ¿Cuáles son tus referentes a nivel artístico?

AA.- La tradición de la pintura en general. Sea ya la pintura latinoamericana como también la europea.

FCG.- ¿Qué significa la figura de Gardel para vos?

AA.- Personalmente mi acercamiento hacia Gardel fue producto de las pintadas comunitarias que hice junto con la Fundación en el barrio Carlos Gardel.

Si bien Gardel es claramente una figura híper conocida, eso no lo pongo en duda, siempre me resultó muy alejado de mi vida cotidiana.

En este sentido, lo que estas pintadas comunitarias me dieron a pensar fue lo siguiente ¿que resta de este cantor popular aún entre nosotros? ¿Y si Gardel pervive en las gardeleadas de los pibes cuando ranchan en las esquinas del barrio? ¿o quizá en lo tanguero que aparece en la traza de un fileteo porteño que remarca el nombre del barrio en alguna de las paredes de los edificios? ¿o pervive algo quizás en alguien silbado alguno de sus tangos?

Últimamente pienso que el porvenir que podría tener Carlos Gardel se juega en sentido fuerte en estas irrupciones menores y muy cotidianas.

FCG.- ¿En qué proyectos estás trabajando actualmente y qué se viene para el resto del año en materia artística?

AA.- Actualmente me encuentro participando en un proyecto de clínica de arte llamado PAC en la Galería Gachi Prieto. Lo que tienen de buenas esas experiencias compartidas es que te permiten poder pensar más detenidamente sobre la práctica que uno viene haciendo, que en la vorágine del producir o del pintar, muchas veces uno no se detiene a reflexionar sobre la búsqueda personal.

Tengo la idea de que es muy potente poder atravesar este camino o experiencia artística siempre con otros, en este caso juntos con personas que los moviliza algo similar por las artes. Esto me parece algo a tener siempre presente: la búsqueda de lo propio o de lo personal no puede pensarse sin este cruzamiento o encuentro con otros.

Murales de la Fundación Carlos Gardel junto con el artista Adrián Aguirre en el Barrio Carlos Gardel de El Palomar.

FCG.- ¿Cuál es tu sueño?

AA.- Sueño realmente cada día que pasa con un mundo menos injusto, menos individualista y menos violento.

Creo que las artes, en mi caso el muralismo comunitario, si es que tienen un porvenir se encuentra justamente en la potencia de exponer que ese mundo injusto, violento e individualista, no es el único mundo posible.

Las artes, hacen patente una y otra vez, que el mundo y que nuestro estar con otros, puede ya ser de otra manera.

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